Nació en 1910 y vivió en la comuna de Quinta Normal, Santiago. A los cuatro años de edad conoció los volantines, objetos que se transformaron en su afición, la que tributó en una incipiente investigación aerodinámica. A los 10 años ensayaba modelos de aviones y trabajaba sus volantines. Para 1938 profundizó sus estudio de aeromodelismo, fundando el Club de Aeromodelos de Chile. Tiempo más tarde, en 1944, ingresó a la Fuerza Aérea de Chile como profesor de aeromodelismo, donde se mantuvo por más de dos décadas. En diciembre de 1961 participó en su primera exhibición artística, una exposición en la Galería del Centro Brasileño de Cultura. En septiembre de 1964 expuso en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, en el edificio conocido como “Partenón”, al interior del parque Quinta Normal, mismo lugar donde, hacia fines de ese año, se expusieron dos de sus volantines, como envío al Salón de Artes Aplicadas. También participó en la exposición “5 artesanos” en la Galería Carmen Waugh, durante noviembre de 1965. Tal vez su mayor hito a nivel artístico lo constituyó una muestra individual que tuvo en el Museo Nacional de Bellas Artes, invitado por el entonces director Nemesio Antúnez, quien se encargó de difundir su obra, trabando una amistad que mantuvieron hasta el final de sus vidas. Participó de las Ferias de Artesanía Tradicional de la Universidad Católica, llegando a obtener el reconocimiento “Mejor Artesano Nacional Lorenzo Berg” en 1989. Falleció el 3 de agosto de 2003, dejando en el imaginario sus volantines de factura precisa y artificiosa geometría cromática, además de libélulas y discos voladores, entre otras invenciones.