En la década de 1980 la Fundación CEMA-Chile creó la Escuela Nacional de Artesanos como parte de su política de preservación y fomento de las artesanías. La escuela se inauguró el 2 de septiembre de 1981 y funcionó hasta 1988 en la calle Los Olmos 3685 de la comuna de Ñuñoa, donde anteriormente se emplazó la Escuela de Canteros de la Universidad de Chile. La educación que entregó la Escuela Nacional de Artesanos contó con planes para las especialidades de orfebrería, cerámica, tallado y aplicado de piedra, tallado en madera y tejido artesanal, además de que impartía cursos a distancia para los estudiantes no habían finalizado la enseñanza obligatoria. Para ingresar a la escuela se debía realizar un examen que consistía en un apartado de dibujo y otro de modelado en greda. Al finalizar el programa, que tenía una duración de cuatro semestres, los egresados recibían su título como artesanos en una de las menciones señaladas. Esta certificación estaba aprobada por el Ministerio de Educación Pública. La intención de CEMA-Chile fue contar con sedes regionales de la Escuela Nacional de Artesanos. Una de ellas, fue la Escuela Regional de Artesanos de Purranque que se abrió en 1983.